Película: Los 8 más odiados

Por Cristian de la Maza

Los 8 más odiados (The Hateful Eight), octava película de Quentin Tarantino, se estrena este jueves 7 de enero en Chile y promete no dejar indiferente a nadie. Personalmente me considero un entusiasta seguidor, casi fanático, de la obra del director de Pulp Fiction y Kill Bill; por lo que mis impresiones acerca de su más reciente producción pueden no ser totalmente imparciales.

Hecha esta aclaración, debo decir que llegué a los créditos finales con sentimientos encontrados. Tal vez mis expectativas eran demasiado altas, siendo cumplidas solamente a medias. Vamos por partes.

Los 8 más odiados

Por un lado, tenemos el hilo conductor de la historia: ocho personajes poco amistosos protegiéndose de una tormenta en una posada de Wyoming en el período post Guerra Civil Norteamericana. Lo cierto es que la trama en sí no resulta demasiado atractiva y se sostiene principalmente por la calidad de las actuaciones. Notables Samuel L. Jackson como el Major Marquis Warren y Kurt Russel como John Ruth, The Hangman. Lo de Jackson me recordó mucho a otros de sus grandes personajes tarantinescos, como Jules Winnfield (Pulp Fiction) y Ordell Robbie (Jackie Brown). En general todas las actuaciones cumplen, pero los restantes personajes carecen del carisma que en general logra imprimirle Tarantino a sus creaciones y no lograron conquistarme del todo.

En cuanto al ethos de Tarantino, extensos diálogos y mucha sangre cargada de humor negro, Los 8 más odiados no se queda atrás. Tal vez eché de menos más acción en la primera mitad de la película ya que a ratos resultaba un poco tediosa; lo que cambia radicalmente una vez que se rompe la tensa calma y caen las primeras balas. Junto a la acción llegan los mejores momentos de la cinta e inevitablemente surge la inquietud de si eran realmente imprescindibles las casi 2 horas anteriores para llegar a esto. Al igual que en Django Sin Cadenas, me parece que hizo falta una poda a algunas escenas para acortar sustancialmente la duración (cerca de 3 horas) y hacerla más digerible para el común de los mortales.

Por último, me parece pertinente apuntar que esperaba más de la banda sonora compuesta por el gran Ennio Morricone, a la que considero no se le entregó el protagonismo que sí tenía en los famosos Spaguetti Western en los 60s y 70s.

En conclusión, Los 8 más odiados es una película que de todas maneras vale la pena ir a ver y que más allá de cierto tedio inicial logra entretener en base a la fórmula habitual de Tarantino: diálogos irrisorios, sangre a borbotones y mucho humor negro.

Claudia Pino:

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